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todas Era una de los postres Una comida en la posada de la Micaela, en CEBRE, Donde sí Sirve excelente vino viejo y el cocido de la ONU monumental de chorizo, jamón y oreja; Los Curas habian Resuelto dormir alli. Y sin volver a SUS Casas Hasta el día siguiente, escoltados, Porque en la feria rondaba Pepona. Emilia Pardo Bazán Orso Clavo en ella Sus Ojos impúdicos; tendió la mano, Aparto los rizos de oro. y asombrado SE ECHO Atrás; en la niña desvalida, Dispuesta alli para ultrajarla, Veía El Rostro de su hija Lucía, las Mismas facciones, las mejillas, la frente, sonrojada de vergüenza. Emilia Pardo Bazán Encontraba Que Estar alli. un piececillos Sus, bajo el hálito pacífico del buey y de la mula; Ser Mas Uno En El sacro bestiario, era Una Mejor Que suerte la de antes, Una suerte Feliz. Emilia Pardo Bazán Dicto El Gitano La filiación del bandido; Cobro from LUEGO La Suma ofrecida, y salio de la Capitanía General, Dejando asombrados al Conde del Montijo y al sujeto m, Alli Presente, Que Nos ha contado Todos ESTOS pormenores. Pedro Antonio de Alarcón Apuntóle el bozo Haciendo la guerra en América, salvajes entre, y de alli vino un Tomar partido en discordia Nuestra civiles Jahr Siete de los. Pedro Antonio de Alarcón Y A Cada suspiro de muerte Que se oía, A Cada francés Que venia a tierra, una Sonrisa del gloriosa iluminaba la faz de García de Paredes, el cual sea de alli a poco devolvió su Espíritu al cielo, bendecido Por un Ministro del Señor y llorado de SUS Hermanos en la Patria. Pedro Antonio de Alarcón Devenga Alli ONU sueldo de treinta milésimas reales; Y no le doy Más, Porque Todo Lo Que le sobra, Despues de comer y vestir, Únicas Necesidades Que Tiene (y los AEE con sobriedad y modestia), del lo pierde col Tute El Ultimo de Cada mes. Pedro Antonio de Alarcón ¡Desde el día siguiente - desde temprano-, Que Anita Dolores se preparase! Iría ¡Alli, un reclamar la chiquilla, un Preciso era escandalizar si! Emilia Pardo Bazán Le habian cogido en el corral y trasladado a Las Cocinas del Marqués. Alli Y. Su verdugo Futuro, El Pinche, se dedicaba un absorbedor Hacerle tragos de aguardiente, alternando con el en la Tarea. Emilia Pardo Bazán La prueba de Que seguiría Siendo chiquilla, Eran Las Dos muñecas Enormes, vestidas de sedas y encajes, Que Encontró en su tocador, tumbas Muy, con caras de tontas, sentadas en el confidente de raso. Alli no se concebía, ni en hipótesis, ni por soñación, Que pudiesen venir de otras Criaturas Más Que Aquellas de porcelana fina. Emilia Pardo Bazán ¡No se REIRA don Roberto! ¡Se lo prometo yo. EL VA un Paramelle. Alli no duerme. ¡Volverá! Alzo otra vez un Sendino, y con infinita delicadeza le transporto una Lo Más oculto del pinar, depositándole Sobre ONU lecho de ramalla seca. Emilia Pardo Bazán Protegido Por Sus sombras Salí A Todo fuga, y, a la luz de las estrellas, divisé mi borrico, Que comia alli tranquilamente, Atado A Una encina. Pedro Antonio de Alarcón